Taller de Ángeles – Un Café con Jesús – Día 5
Hoy es un hermoso día para un Café con Jesús!
El café se está terminando de hacer en este momento, ¿Te provoca un Latte Vainilla?… o ¿Cómo todos los días? Mmm, Ok! Lo prepararemos tal como tú quieres!
Jesús y yo estabamos esperando que llegaras
(acomódate frente a un asiento vacío, allí está sentado Jesús)
Mientras voy sirviendo las tazas de café (o té), miro a Jesús y me río y le digo… “Cada vez que estoy cerca de ti, me siento como una niña pequeña!”:
…“Les aseguro que quien no confía en Dios como lo hace un niño, no puede ser parte del reino de Dios.” Marcos 10:15
Jesús desea que seamos como niños, pero no significa que debamos actuar de forma inmadura. Su deseo es que nos volvamos simples, humildes y genuinos. Quiere que, al estar felices, se lo expresemos; cuando estemos enojados, también se lo digamos. Cuando enfrentemos dificultades y no comprendamos algo, nos anima a acudir a Él y compartir nuestras inquietudes. Él anhela ser nuestro amigo de mayor confianza, alguien en quien podamos apoyarnos en todo momento y abrir nuestro corazón sin reservas.
Con esta maravillosa reflexión, volvamos a ser niños!
Disfrutemos del café con la mirada puesta en nuestra infancia.
Vamos a compartir con Jesús!
Visualización: Jesús, hablemos de la infancia!
Aquí están los cafecitos! Qué delicioso huele, ¿verdad?.. Mmm!
¿Sabías que Jesús de Nazaret tuvo una infancia llena de desafíos interesantes?. Jesús! Me encantaría escuchar todo acerca de cuando eras niño. Cuéntame, ¿qué te hizo vivir una infancia tan especial?
Bueno, desde el principio, incluso antes de nacer, tenía a mi gran amigo Juan el Bautista, quien me saludó desde el vientre de su madre. Fue un momento muy divertido, ¡casi como un saludo de alto voltaje prenatal! ¡Lo cual fue increíble porque no muchas personas pueden presumir de tener un amigo incluso antes de nacer. Juan fue desde ese día un gran compañero para mi. Éramos como dos hermanos espirituales desde el principio.
También tuve que enfrentar momentos difíciles, como cuando tuvimos que huir de Herodes. ¡Uf, para mi mamá y José fue aterrador!. Pero gracias a ellos y a la guía divina, logramos escapar de manera segura. El día de ayer te contaba sobre esto, porque fue al momento de nacer. Pienso que incluso en medio de la incertidumbre, es necesario una forma de mantener la alegría y el buen humor. Siempre hay espacio para un poco de humor divino, ¿no crees?
Sabes, también tuve mis momentos de travesuras cuando era niño. ¡En serio, yo las hacía! ¿Qué tipo de travesuras hice? Bueno, hubo una vez en la que mis padres me perdieron en el templo. ¡Imagina su preocupación! Pero estaba allí, discutiendo con los eruditos y sorprendiéndolos con mis respuestas. Se llevaron gran susto cuando lograron encontrarme 3 días después, pero también era una oportunidad para mostrar mi sabiduría.
¡Vaya eso sí que te hubiera encantado ver, la expresión en los rostros de los eruditos cuando un niño les respondió con tanta sabiduría. ¡Quedaban boquiabiertos!
Definitivamente fue un momento memorable. Pero eso no fue todo.
Mi objetivo siempre fue llevar amor y esperanza al mundo, incluso desde una edad temprana.
Fue una infancia llena de lecciones y momentos inolvidables.
Sin duda, Jesús. Tu historia es realmente inspiradora: Un amigo de infancia desde el vientre de tu madre, una persecusión para asesinarte, y te pierdes por tres días para aparecer dando discursos en un templo. A través de todos esos desafíos, siempre mantuviste tu luz y tu amor. Es algo asombroso.
Ahora de la misma forma, Jesús quiere que le compartas como fue tu infancia. ¿Cómo eran tus amigos cuan? ¿Cómo lo tomó tu papá? ¿Cuales fueron tus traveruas? ¿Qué dificultades o problemas atravesó tu familia cuándo eras niño?
Te ha escucha con gran atención cada detalle, al hablarle de tu infancia volverás a ser un niño confiando en Él.
Mañana te esperamos de nuevo, para otro cafecito con Jesús!
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