Taller de Ángeles – Un Café con Jesús – Día 29
Felicidades, hemos llegado al penúltimo día de “Un Café con Jesús”!
Queremos decirte que Jesús y yo nos sentimos muy contentos y agradecidos de haber compartido este hermoso tiempo contigo. Por eso deseamos recordarte que mañana tendremos la Experiencia Virtual por Zoom. No te lo puedes perder!
Hoy el cafecito es un café amargo y dulce a la vez. Hablaremos de la muerte pero también de las promesas de lo que ocurre después. Como la vida eterna, que se refiere a la continuación de la vida después de la muerte.
¿QUÉ NOS DICE DIOS SOBRE LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?
Según el libro de Génesis en el Antiguo Testamento, la muerte entró en el mundo debido al pecado de Adán y Eva. Desde entonces, la muerte ha sido parte de la experiencia humana.
La palabra de Dios en la Biblia ofrece consuelo y esperanza a aquellos que enfrentan la muerte. En los Salmos y otros libros del Antiguo Testamento, se encuentran pasajes que hablan de la presencia reconfortante de Dios en momentos de aflicción y la promesa de que Él estará con nosotros incluso en los momentos más dolorosos de la muerte.
Lo más importante sobre este tema, es que enseña que la vida continúa después de la muerte física. En el Nuevo Testamento, Jesús habla de la resurrección y promete vida eterna a aquellos que creen en Él.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.Salmo 23:4
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
1 Juan 5:11-13
Y también sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y que nos ha dado la capacidad de conocer al Dios verdadero. Nosotros vivimos unidos a su Hijo Jesucristo; él es el Dios verdadero, que da la vida eterna. Cuidado, hijos míos, no obedezcan a los dioses falsos.
1 Juan 5:20-21
Y esta es la promesa que Él mismo nos hizo: la vida eterna.
1 Juan 2:25
¿QUÉ DICE JESÚS DE LA MUERTE Y LA VIDA ETERNA?
Es importante tener en cuenta que existen diferentes interpretaciones y enfoques teológicos en relación con la muerte en la Biblia. Estas enseñanzas varían entre las diferentes tradiciones de comunidades cristianas y pueden ser objeto de estudio y reflexión más profunda por parte de los creyentes.
Hoy queremos simplemente acercarnos al corazón de Jesús, desde el más profundo amor. Encontrar todos los puntos de encuentro entre los creyentes y compartir una verdad que nos une: Cristo venció la muerte para darnos vida eterna.
Afirmó que aquellos que creyeran en Él y le siguieran no morirían espiritualmente, sino que tendrían vida eterna. Jesús demostró su poder y autoridad sobre la muerte al resucitar a los muertos y volver con vida eterna desde el sepulcro. Su propia resurrección es considerada la base de la fe cristiana y ofrece la esperanza de vida eterna a todos aquellos que creen en Él.
Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?»
Juan 11:25-26
De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
Juan 6:47-51
«Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí»
Juan 14:6
«Yo soy la puerta; el que por mí entre, será salvo»
Juan 10:9
«Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida»
Mateo 27:3-5
En resumen, Jesús es el Hijo de Dios y el medio por el cual las personas pueden obtener la vida eterna. Él enseñó que creer en Él, seguir sus enseñanzas y confiar en su obra redentora nos lleva a una relación íntima con Dios y a la esperanza de la vida eterna en su presencia. A la hora de enfrentar la muerte, tenemos la promesa de nuestro Salvador y redentor.
Vamos hablar con nuestro amigo Jesús sobre este poderoso tema.
El cafecito ya está servido!
Visualización: Jesús, La Muerte y La Vida Eterna!
El cafecito de hoy está bien cargado!. Es el tipo de café que nos despierta la consciencia para la salvación del alma!
¡Mi querido Jesús! Por favor, háblanos de la muerte y la vida eterna.
Hola Amigo, ¿Cómo estás?. Quiero que se sientas cómodo mientras exploramos este tema profundo juntos. Sé que puede ser un tema delicado y aterrador para muchos. ¿Sabes quién soy yo en relación a la muerte? Yo vine a este mundo para traer luz y vida, y eso incluye abordar el asunto de la muerte
¿Has pensado alguna vez sobre que pasará después de morir? ¡Hay mucha más vida!. Después de la muerte física, no es el fin. No es solo una fantasía o una ilusión. Existe una vida más allá de esta terrenal.
Existe reino celestial esperándote, donde puedes estar en la presencia de Dios y vivir en paz y amor sin límites. Imagina una puerta gigante y perfecta que se abre a este mundo celestial de felicidad y alegría eterna. Esa puerta soy yo, tu gran amigo!, ¿No suena fantástico?
Te diré una cosa, creer en mí no solo te da la esperanza de esa vida eterna, sino que también transforma tu vida aquí y ahora. Yo te ofrezco un camino de amor, compasión y perdón, que te lleva a experimentar una vida plena y significativa.
No es lo mismo creer en mi que creerme a mi. Muchos creen en mi sin entender profundamente mis palabras o mis enseñanzas. Es como decir: “Si, yo creo que existes y que eres el Hijo de Dios”. Pero crerme a mi, es convertirte verdaderamente en mi amigo y seguirme. Es otro nivel de relación entre nosotros. Creer en mi y creerme a mi te dará la vida eterna.
Pero, ¿cómo es que puedo hacer esta promesa? Bueno, permíteme contarte una parte de mi propia historia.
Después de mi muerte, ocurrió algo aún más sorprendente: resucité de entre los muertos. Mi tumba quedó vacía, y eso no fue solo una señal de que había vencido a la muerte, sino también una confirmación de mi identidad como el Hijo de Dios y el Salvador de la humanidad.
Amigos, quiero que sepan que mi muerte y resurrección no son solo parte de una historia antigua. Son un mensaje de amor y redención que trasciende el tiempo y sigue vivo hoy en día. Lo que viví en aquellos días es una promesa de esperanza y salvación para todos ustedes, aquí y ahora.
Recuerdo aquella noche, estaba oscureciendo y el aire se llenaba de tensión. Me encuentro en el Jardín de Getsemaní, sintiendo el peso abrumador de lo que estaba por venir. La ansiedad y el temor se apoderaban de mí, pero también había una certeza de cumplir con el propósito para el cual vine a este mundo. Un ángel se apareció para darme fortaleza.
Luego, fui arrestado y llevado ante las autoridades. Fui sometido a un juicio injusto, lleno de acusaciones falsas y un maltrato inhumano. Experimenté el dolor físico y emocional cuando fui golpeado despiadadamente, insultado y coronado con espinas. Aún así, mi mente se mantuvo clara y mi corazón lleno de amor y compasión por aquellos que me perseguían.
Finalmente, llegó el momento de la crucifixión. Fui clavado en la cruz, sintiendo cada punzada de dolor mientras mi cuerpo era suspendido en el aire. La agonía era intensa, pero en medio de ese sufrimiento, mi mente estaba llena de amor y misericordia. Incluso en ese momento, oré por aquellos que me estaban crucificando, pidiendo perdón a mi Padre Celestial, por ellos.
La oscuridad cayó sobre la tierra mientras experimentaba la separación de mi Padre celestial. ¿Separación? Si! Mi Padre, El Espiritu Santo y yo… Somos Uno. Pero ese día nos separamos para poder llevar sobre mí el peso de los pecados de toda la humanidad. En ese momento, sentí una soledad abrumadora, pero sabía que era necesario para cumplir el plan de redención.
En el momento más increíble, todo cambió. La muerte no pudo retenerme. Ya no tenía dominio sobre mi. Después de tres días, resucité de entre los muertos. Ese evento que desafía toda lógica y traspasa los límites de lo que consideramos posible. Mi tumba quedó vacía, y mi vida venció a la muerte.
Imaginen la alegría y el asombro que llenó a aquellos que me habían seguido. La tristeza se transformó en felicidad, y el temor se convirtió en una esperanza renovada.
Mi resurrección no fue solo una vuelta a la vida, sino una victoria definitiva sobre el pecado y la muerte. Una señal poderosa de que la vida eterna es una realidad a la que podemos acceder.
Quiero que comprendas que todo lo que sufrí, mi muerte y resurrección no fueron solo eventos históricos. Fueron actos de amor y sacrificio que tienen un impacto directo en tu vidas aquí y ahora. Mi muerte en la cruz fue para pagar el precio de los pecados y ofrecerte la salvación y la reconciliación con Dios.
Mi resurrección es la promesa de vida eterna y la garantía de que aquellos que creen en mí tendrán vida en abundancia. Pueden experimentar la gracia, el perdón y la libertad que ofrezco. No hay límite para el amor y la misericordia que estoy dispuesto a darte.
Así que te invito a que reflexiones sobre estos momentos cruciales de mi vida. Permítanme tocar tu corazones y transformar tu vidas. Mi pasión, muerte y resurrección son la prueba suprema de mi amor por ustedes. Te ofrezco la esperanza de la vida eterna y la oportunidad de tener una relación verdaderamente íntima conmigo.
Gracias por escuchar esta historia llena de amor, sacrificio y redención. Que estas palabras encuentren un lugar en tu corazones y te inspiren a buscar la verdad y la vida que solo yo te puedo ofrecer.
Estoy siempre aquí para ti, esperándote con los brazos abiertos.
Gracias Jesús. Por enseñarme a ver la muerte de una forma diferente. Es un tema bastante doloroso para todo el que ha vivido la pérdida de un ser querido. Pero ahora podemos entender que la vida no termina al morir. Tu sacrificio en la cruz, tu resurrección al vencer la muerte nos da la seguridad de que podemos tener vida eterna a tu lado. Yo creo en ti, y creo en todo lo que nos dices y enseñas. Hoy declaro que vivo por ti, para que cuando me llegue la hora de la muerte tenga vida eterna a tu lado por siempre!
Ahora es el momento de hablar con Jesús! Abre tu corazón y cuéntale tus experiencias de vida sobre la muerte. ¿Has pérdido un ser querido? Dile, ¿Qué piensas sobre la vida eterna?. Háblale sobre sobre que sentimientos afrontas cuándo se trata de estos temas en tu vida. Expresa todo ese dolor o miedo que te ha producido.
Jesús te ha escuchado, ahora declara con toda tu alma y todo tu corazón: ¿Crees en el?.
Permite que Jesús sea tu mejor amigo durante toda la eternidad!
Mañana es el gran evento virtual por Zoom!
Nuestro último cafecito de esta gran experiencia… No puedes dejar de asistir.
Jesús y yo te estaremos esperando con mucho entusiasmo.
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