Taller de Ángeles – Un Café con Jesús – Día 24
Hoy vamos a reflexionar sobre el amor, desde el punto de vista más espiritual.
Dios nos dice en la Biblia, qué es el amor y qué no lo es, para que seamos capaces de conocer la diferencia.
¿QUÉ NO ES AMOR?
Si no tengo amor, de nada me sirve hablar todos los idiomas del mundo, y hasta el idioma de los ángeles.
Si no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso; ¡soy como una campana desafinada!
Si no tengo amor, de nada me sirve hablar de parte de Dios y conocer sus planes secretos. De nada me sirve que mi confianza en Dios me haga mover montañas.
Si no tengo amor, de nada me sirve darles a los pobres todo lo que tengo. De nada me sirve dedicarme en cuerpo y alma a ayudar a los demás.
El que ama no es envidioso, ni se cree más que nadie.
No es orgulloso.
No es grosero ni egoísta.
No se enoja por cualquier cosa.
No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho.
No aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la verdad.
1 Corintios 13:1-13
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
1 Juan 4:18-19
¿QUÉ ES AMOR?
El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable.
El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo.
Sólo el amor vive para siempre.
Hay tres cosas que son permanentes: la confianza en Dios, la seguridad de que él cumplirá sus promesas, y el amor. De estas tres cosas, la más importante es el amor
1 Corintios 13:1-13
Queridos, Dios es la fuente del amor: amémonos, pues, unos a otros. El que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
1 Juan 4:7-8
Así de grande y perfecto es el amor… Pero, ¿Cómo es el amor de Dios?:
… Dios es muy compasivo, y su amor por nosotros es inmenso. Por eso, aunque estábamos muertos por culpa de nuestros pecados, él nos dio vida al resucitar a Cristo. Nos hemos salvado gracias al amor de Dios.
Efesios 2:4-5
Y Dios ha demostrado que nos ama enviando a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por medio de él. 1 Juan 4:9
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:38-39
Vamos hablar con nuestro amigo Jesús sobre el amor verdadero.
El cafecito está listo!
Visualización: Jesús, y El Amor!
El cafecito de hoy, será el más dulce de todos!.
¡Hola, Jesús! Por favor, háblanos sobre el amor!
Hola amigo, ¡Claro que si! El amor es algo que todos buscamos en la vida. Entonces vamos a conversar sobre: ¿Qué es el amor?
Más allá de esas canciones pegajosas y esas películas románticas que nos hacen suspirar. El amor no se queda solo en sentir “mariposas en el estómago”; o ir agarraditos de manos paseando en el parque… va mucho más allá.
Es un regalo de Dios que nos conecta con Él y con los demás. El amor es como el mejor abrazo que te hayas recibido, pero en versión celestial. ¡Dios es la energía del amor!
Dios nos manda a amarlo por encima de todo y a amar a los demás como a nosotros mismos. Por que al amar, estamos conectado a Él, la energía del amor.
Pero no lo dice con voz de juez, sino como el mejor Padre amoroso que te enseña a vivir una vida plena. Amar a Dios significa ponerlo siempre de primero. Es construir una relación sólida con Él, confiar en su amor infinito y dejar que su luz ilumine tu corazón. No tengas miedo al amar a Dios, nada puede alejarte de su amor. ¡Nada! Sólo ama.
Pero no se trata solo de hablar bonito y decir “te quiero” o “te amo” a cada rato. Amar a los demás de forma real, es clave. Es ser como ese amigo que siempre te ayuda a levantar tu ánimo para sacarte una sonrisa, o como esa amiga que te consuela en los momentos difíciles. Es extender una mano, escuchar con atención y ser un buen compañero de equipo en esta aventura llamada vida, dónde tu amor más grande es Dios!.
Amigo, Dios es puro amor. Él te ama sin importar tus metidas de pata. Y ese amor nos impulsa a querernos unos a otros. Si entendemos esto, podemos cambiar la dirección de nuestra vida.
Imagina un mundo, donde el amor sea el único mandamiento. ¿Te lo imaginas? En ese mundo, el egoísmo y la maldad no forman parte. La compasión y la generosidad, son algo habitual de todos los días. Es un mundo donde una sonrisa, un abrazo o un cumplido es lo único que se necesita para sanar corazones.
Puedes aplicar el amor en tu día a día, empezando por pequeñas acciones: una llamada sorpresa a un ser querido, ayudar a alguien que lo necesita o simplemente escuchar a un amigo cuando tiene algo que contarte. Cada pequeño acto de amor tiene el poder de transformar a alguien y hacer del mundo un lugar más bonito.
Recuerda, el amor no tiene uniforme, ni horario fijo. El amor va más allá de nuestras diferencias, religiones, razas o creencias. Nos une a todos como hermanos y hermanas. ¡El amor nos hace a todos hijos de Dios!
Entonces, sal hoy al mundo y comparte el amor de Dios con todos los que encontres en el camino. Sé un hijo del amor… un hijo de Dios, llevando esperanza, alegría y reconciliación a este mundo que a veces anda medio patas arriba.
¡Que mi amor, el amor del Padre y del Espíritu Santo, siempre te acompañen, amigo mío!
Gracias Jesús, venir al mundo amarme y enseñarme lo que es el verdaderamente el amor.
Ahora abre tu corazón y habla con Jesús sobre tu experiencia con el amor en esta vida ¿Qué significa para ti el amor? ¿Cuáles son las heridas de tu corazón? Exprésale en tus propias palabras lo que el amor de Dios significa en tu vida.
Jesús, te ha escuchado y juntos van a crear una nueva y renovada relación de amor, no solo entre ustedes, sino tambien con El Padre y El Espíritu Santo!
Permite que Jesús te ayude a conectar con esa fuente inagotable de amor que es Dios.
Mañana nos espera otro delicioso cafecito!
Leave a Reply
Want to join the discussion?Feel free to contribute!