Taller de Ángeles – Un Café con Jesús – Día 20
Bienvenido! Estamos felices de compartir contigo otro cafecito en compañía de Jesús!
Ya vamos por el día 20, que rápido pasa el tiempo ¿Verdad?
El café ya se está colando. Dios quiere decirte hoy:
…Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; …
Eclesiastés 3:1-2
Jesús ayer nos hablaba del miedo y de como superarlo entregándonos a la Voluntad del Padre. Con el más grande amor, hoy nos explica lo siguiente:
“Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan. Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten. Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día.”.
Mateo 6:32-34
Vamos a reflexionar sobre este maravilloso tema: El Tiempo de Dios. Porque solamente cuando soltamos las riendas y permitimos que sea Dios el que conduzca la velocidad, la dirección y los propósitos de nuestra vida podremos entender con mayor claridad.
Es hora de compartir nuestro café desde la mas profunda entrega y calma en compañía con nuestro amigo Jesús!
Visualización: Jesús y El Tiempo!
Aquí está el cafecito de hoy, justo a tiempo!.
¡Hola, Jesús! Hoy quiero preguntarte sobre los tiempos de Dios y ¿Cómo confiar en Su plan perfecto para nuestras vidas?.
¡Hola amigo querido!. ¡Claro que si! Sabes, mientras caminaba por la Tierra, solía decir cosas como “mi momento aún no ha llegado” o “la hora no ha llegado“. ¿Alguna vez te has preguntado por qué decía eso? Déjame contarte.
Como Hijo de Dios, tenía una misión especial, un plan trascendental para cumplir. Eso incluía sacrificarme en la cruz por ti, por todos ustedes y luego resucitar. ¡Sí, sí, suena intenso, lo sé!
Pero aquí está el detalle, amigo: había un tiempo perfecto para que todo sucediera. No podía adelantarme ni retrasarme. Debía cumplirse en el tiempo y el orden precisos, según el plan divino.
Y eso nos enseña algo valioso para nuestras vidas. Nos muestra que también en nuestras historias hay un tiempo y un propósito divino. A veces, nos impacientamos, deseando que las cosas sucedan de inmediato.
Pero Dios nos recuerda que confiemos en Su tiempo perfecto. Él tiene un plan para cada uno de nosotros, y ese plan se desenvuelve de manera única y maravillosa en nuestras vidas.
A veces, nos preguntamos por qué no estamos donde quisiéramos estar o por qué ciertas cosas aún no han sucedido. Pero, amigos, eso no significa que Dios nos haya olvidado o que esté tardando en actuar.
Al contrario, Dios está trabajando detrás de escena, preparando el escenario perfecto para nuestras vidas. Él sabe qué necesitamos, cuándo lo necesitamos y cómo lo necesitamos. Solo debemos confiar y esperar en Su tiempo.
Y aquí está la buena noticia, amigos: mientras esperamos en el tiempo de Dios, Él está obrando en nosotros, moldeándonos y preparándonos para lo que está por venir. ¡No estamos en pausa, estamos en proceso!
Así que, mis queridos amigos, les doy un consejo para manejar la ansiedad sobre el futuro: confíen en Dios y en Su plan perfecto. Él sabe lo que hace y tiene un tiempo especial para cada uno de sus hijos.
Recuerda que el tiempo de Dios es siempre el mejor. Mantén la esperanza, sé paciente y confía en que Él está obrando en tu vidas de maneras que ni siquiera puedes imaginar.
Y mientras esperamos en el tiempo de Dios, recordemos la historia de Mateo y cómo fui capaz de transformar su vida de recolector de impuestos a un apóstol que predicó Mi mensaje de amor y redención.
Si Mateo hubiera dejado que la impaciencia y la desesperanza se apoderaran de él. No habría presenciado la poderosa transformación que ocurrió cuando confió en Mí y siguió Mi llamado. Mañana te quiero contar más sobre él.
Así que te doy este gran consejo: no te desanimes si las cosas no suceden según tu plan o en tu tiempo. Confíen en que Dios está obrando en ti, preparándote para algo maravilloso.
Abracemos cada momento y confiemos en que el tiempo de Dios nos sostiene siempre. Él nos conoce mejor que nosotros mismos y tiene un futuro lleno de bendiciones esperando por ti.
Hace mucho tiempo, El Rey David le escribió a Dios una canción que decía: “Para ti, mil años pasan pronto; pasan como el día de ayer, pasan como unas horas de la noche. Nuestra vida es como un sueño del que nos despiertas al amanecer”.
Y así es, lo importante no es el tiempo… sino lo que suceda con tu alma cuando despiertes de este sueño llamado vida.
Gracias Jesús, por enseñarme que Dios tiene Su propio reloj y Él siempre sabe cuándo es el momento indicado para cada cosa y de no perder de vista lo que en realidad perdura: nuestra vida eterna.
Ahora abre tu corazón y habla con Jesús sobre tus preocupaciones y ansiedades ¿Qué es lo que te preocupa tanto del futuro? ¿Qué es lo que sientes que no puede esperar más? ¿Qué cosa sientes que no está sucediendo en tus tiempos? Expresa tal como te sientes. Permite que Jesús de ayude a confiar en los planes del Padre!
Jesús, te ha escuchado, te invita a seguirlo mientras se cumple todo en los tiempos de La Voluntad Divina del Padre. Él siempre estará a tu lado durante el camino!.
Sigamos a Jesús, nuestro amigo eterno!
Mañana nos espera otro cafecito!
Leave a Reply
Want to join the discussion?Feel free to contribute!