Ya está listo el cafécito!, te traigo esta tacita de café (o té) y una tacita también a Jesús.

Entonces le digo: ¡Ey, Jesús! ¡Qué súper todo esto! Estoy emocionada de poder hablar contigo y reunirnos a tomar café con un nuevo amigo. Estuve pensando, ¿qué te parecería si fuéramos los mejores amigos? Sería una locura, ¿no?, ¡Cuenta Conmigo!.

A Jesús le encanta nuestro entusiasmo. La verdad es que siempre he querido tener alguien como tú como mejor amigo. Esta más que dispuesto a fortalecer la amistad que ya existe entre ustedes,

¡Esto es genial, Jesús quiere llevar esta amistad al siguiente nivel y para eso quiere darte un consejo:

“Pasemos más tiempo juntos. Puedes hablar conmigo en cualquier momento, no solamente en tus oraciones, sino también como lo hacemos ahora. Puedes hablarme en tu mente o en voz alta. Y, ¿sabes qué más? Yo siempre te escucho!”…

Excelente! Entonces no no necesitaremos oraciones especiales, sino que hablaremos con el corazón sin utilizar imagenes, cuadros, medallas, biblias, templos… sólo Jesús, tú y este delicioso café.

Con la taza entre tus manos, sientiendo el calor entre tus dedos y el exquisito aroma, en voz alta:

Hablale a Jesús sobre ¿Qué significa para ti tener un mejor amigo?.

En el instante que has terminado de expresarte, cierra tus ojos y siente la gran sensaciónn de paz espiritual que te da regala. ¿Realmente puedes sentirlo? Allí está desde que entró por la puerta de tu corazón!

Mañana nos reuniremos de nuevo, para otro cafecito con Jesús!