Taller de Ángeles – Un Café con Jesús – Día 12
Bienvenidos a un día más para otro Café con Jesús!
Que alegría sentimos Jesús y yo cada vez que regresas a compartir de nuevo!
Hoy es un día perfecto para hablar del reino de los cielos, Jesús desea que nunca olviden que nuestro Dios es el único dueño y señor del cielo y de la tierra.
“…Por tanto, reconoce hoy y reflexiona en tu corazón, que el Señor es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra; no hay otro…” Deuteronomio 4:39
Un solo Dios para compartir nuestro delicioso café!
Visualización: Jesús, hablemos del Reino de los Cielos!
Aquí está el Cafecito de hoy!. Quiero que hablemos de algo fascinante: el Reino de los Cielos, esto es algo de lo que todos deberíamos conocer, ¿verdad?. Jesús, ¿Podrías explicarnos qué es y cómo podemos ser parte de él?.
¡Claro! Reino no se trata solo de un lugar futuro o de un reino físico en algún rincón del universo. No, no. El Reino de Dios está aquí y ahora, en medio de nosotros. No tenemos que esperar hasta después de la vida para experimentar el Reino de Dios. Está disponible aquí, en nuestras vidas diarias. Ahora, para ser parte de este Reino increíble, no necesitas cumplir una lista de reglas complicadas ni saltar aros en llamas. No, no, no. Aquí viene lo bueno: solo necesitas abrir tu corazón y decirle “sí” a Dios. Sí, a su amor, a su dirección, a su plan para tu vida.
El Reino de Dios se trata de vivir en sintonía con la voluntad de Dios. Amar a Dios con todo tu ser y amar a los demás como a ti mismo. ¿Fácil, verdad? Bueno, tal vez no siempre sea fácil, pero te prometo que vale la pena.
Cuando eliges vivir en el Reino de Dios, cosas increíbles suceden. Empiezas a experimentar paz en medio del caos, alegría en tiempos difíciles y amor que fluye a través de ti hacia los demás. Es como si estuvieras conectado con una fuente de energía divina.
Imagina un lugar donde todo está en perfecta armonía. Donde el amor es la moneda de cambio y la paz se siente en el aire, la alegría y la paz reinan en todo momento. Donde no hay espacio para la tristeza, el miedo o las preocupaciones. ¡Un lugar donde experimentamos plenamente el amor divino y la conexión con el Creador! Eso, mis amigos, es el Reino de los Cielos. Es como una fiesta celestial donde todos son bienvenidos. No importa quién eres, qué has hecho o de dónde vienes. ¡En el Reino de Dios, hay sitio para todos!
A veces pensamos que el Reino de los Cielos está en algún lugar distante, en algún plano celestial inalcanzable para nosotros. Pero la verdad es que está aquí y ahora. Está disponible para todos, sin excepción.
Pero aquí está el detalle más increíble de todo: en este Reino, Dios es el único Rey. Sí, es el gobernante supremo, el soberano que guía y dirige todo. Y no podría haber un Rey más amoroso, justo y sabio que Él: Mi Padre!
Al rendirnos ante Dios, al reconocer su reinado en nuestras vidas, encontramos una verdadera libertad.
En el Reino de los Cielos, encontramos un propósito mayor y una dirección clara.
Nos convertimos en ciudadanos de un Reino eterno, en sintonía con la voluntad divina.
Gracias por explicarnos Jesús. Que la paz y la alegría del Reino de los Cielos sean siempre parte de nuestras vidas. ¡Sigamos explorando y compartiendo el Reino aquí en la Tierra, con Dios como nuestro único y amoroso Rey!.
Ahora de la misma forma, Jesús quiere que le hables sobre tu deseo de ser cuidadano del Reino de los Cielos. Abrir tu corazón y dile “sí” a Dios. Sí, a su amor, a su dirección, a su plan para tu vida. Háblale desde tu corazón!
Jesús, te ha escuchado con gran interés y la alegría de saber que deseas compartir su Reino aquí y ahora, en la tierra.
¡Sigamos trabajando día a día, en seguir siendo merecedores de ser llamados ciudadanos del Reino de Dios!
Mañana nos veremos para otro cafecito!
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