Está listo el café, aquí están sus tazas. Jesús! He leído en la Biblia que fuiste tentado por el diablo cuando fuiste al desierto, ¿Cómo te fueron esos 40 días? Me imagino que debiste tener algunas situaciones bastante interesantes.

¡Hola! Sí, el desierto fue todo un desafío, pero también fue un tiempo de crecimiento espiritual. El diablo se apareció para hacerme compañía, mientras intentó tentarme de diferentes maneras.

Yo me había ido al desierto para hacer mi súper ayuno de 40 días sin comer, en un espacio solitario sin distracciones, para la reflexión y la cercanía con Dios. Pero el Diablo quiso sabotearme todo.

La primera tentación, fue cuando me sugirió que convirtiera las piedras en pan para satisfacer mi hambre. Fue como si dijera: “¡Pide un poco de comida por delivery divino!” Pero le dije que no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Se quedó un poco desconcertado. Pero él no se rindió.

Después intentó tentarme llevándome a la cima del templo y sugiriendo que me lanzara para que los ángeles me salven. Pero le dije que no debía tentar al Señor. ¡No iba a estar haciendo acrobacias aéreas divinas para que mi Padre me rescatara, porque no necesitaba probarle nada!

No esperaba una respuesta así. Pero aún tenía una última tentación en la manga. Me mostró todos los reinos del mundo y me ofreció su poder y gloria si lo adoraba. Pero le recordé que solo debemos adorar a Dios y servirle a mi Padre Celestial.

¡El diablo no se rinde fácilmente cuando nos está tentando!. Por eso es muy importante no dejarse engañar. Cada tentación es un momento desafiante. Pero hay que saber resistir y yo lo hice para mostrarle al mundo, que es posible superar cualquier tentación con la ayuda de Dios.

¡Eres un verdadero modelo a seguir! Me inspiras a enfrentar mis propias tentaciones con valentía y sabiduría. Gracias por mostrarnos cómo hacerlo, Jesús.

Ahora de la misma forma, Jesús quiere que le hables sobre tus tentaciones. ¿Cuáles son tus luchas diarias contra las tentaciones?  Quiere recordarte que siempre esta aquí para ayudarte. 

Jesús, te ha escuchado con gran interés y junto con Él podrás superar cualquier desafío.

¡Sigamos caminando juntos en esta aventura de la vida!

Mañana nos veremos de nuevo, para otro cafecito!