Ya está listo el cafécito!. Te traigo esta tacita de café (o té) y una taza también a tu invitado especial Jesús. Se los pongo a ti y a Jesús en la mesa, mientras él toma su primer sorbo, te observa con sus hermosos ojos y con una plácida mirada.

Es tan bonito y emocionante estar frente a frente, cara a cara con Él, desde la comodidad de tu hogar. Vamos aprovechar esta ocasión!. Esta es una extraordinaria oportunidad, para iniciar una conversación amistosa y ponernos de acuerdo para reunirnos los próximos días!

Este es tu momento para decirle que expectativas tienes de esta experiencia, y como te hace sentir el hecho de buscar tener una relación de amistad más intima y profunda con él.

Con el café en las manos, Jesús te observa atento y escucha con atención lo que quieres decirle…

(hablale en voz alta, con toda la seguridad de que eres escuchado)

En el instante que has terminado de contarle, el te regala una tierna sonrisa y te hace saber con un gesto de aprobación que mañana nos veremos de nuevo, para otro cafecito con Jesús!