DÍA 15 – 30 DÍAS DE ORACIÓN CON NUESTRA MADRE CELESTIAL
ORACIÓN DÍA 15
ORACIÓN DE SAN VENANCIO
¡Oh santa flor de David,
Santísima Virgen María,
Tú nos has traído al tan esperado Emanuel!
Tú eres la ciudad santa,
edificada por Dios mismo,
Oh Virgen, digna de toda alabanza.
Tú eres, oh inigualable creatura,
en quien Dios ha depositado todas las riquezas del universo,
el verdadero árbol de la vida, plantado en medio del Paraíso,
de cuyas ramas no pende el fruto del pecado,
sino el alimento de la inmortalidad.
Dios te salve, Reina, vestida de sol,
a cuyos pies la luna es un escabel,
cuya corona se enriquece con las estrellas del cielo.
¡Salve, Madre, que te convertiste para los pueblos caídos en la Puerta del Paraíso!
¡Salve, gloria del Cielo, esplendor de Dios,
el primer fruto de nuestra redención, la más bella criatura salida de las manos de Dios!
Eres más bella que la rosa, más pura que el lirio,
más blanca que la nieve recién caída.
Brillas con mayor gloria que el radiante sol.
Tu estás por encima de todos los ángeles y santos.
Tú eres la hija de la gracia que ha dado a los hijos de Eva la vida eterna, al darles a tu Hijo.
Oh Madre piadosa, intercede por nosotros ante tu Hijo,
ya que todo ruego que proviene de ti es siempre tomado en cuenta.
A través de la alabanza que te damos, alcánzanos la meta del cielo,
donde nos alegraremos en tu gloria por toda la eternidad.
Amén.
CORONILLA AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
VIDEO CORONILLA DEL DÍA DE HOY
Reza esta Cornilla y en cada cuenta grande luego del Ave María entrega en sus manos tu petición.
TAREA DEL DÍA
¿Puede ser María Intercesora de la humanidad ante Dios? Esta es una pregunta que ha causado mucho debate y que en el protestantismo se cree firmemente que no es posible. En la biblia Jesús nos dice que solo podemos llegar al Padre por medio de Él: “nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:16). También nos dice: “el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” (Romanos 8:26).
El Padre – El Hijo – El Espiritu Santo, son un sólo Dios, persentes en una misma Divinidad de La Santísima Trinidad. Cuando uno intercede ante el otro, estamos hablando de la misma persona y del mismo Dios. Esto puede llegar a ser muy díficil de comprender. San Patricio lo explicaba con la simplicidad de un trébol, una misma hoja en tres partes.
Volviendo al tema de interceder y lo que dice la palabra, la Iglesia Católica nos muestra en las Bodas de Caná cuándo María le dice a su hijo que se había acabado el vino. Jesús al aún no había comenzado su ministerio hasta ese momento.
La palabra nos dice en Juan 2: 3-5
3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
La Biblia también nos dice en 2 Crónicas 6:19-20
19 Mas tú mirarás a la oración de tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti. 20 Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste: Mi nombre estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar
Jesús al ser Dios escuchó la oración de María, tan pocas palabras pero el podía conocer lo que existía en lo profundo de su corazón. Su angustia como madre para proveer el vino. Allí estaba María, en su clamor frente a él. ¿Por qué le dijo “¿Qué quieres conmigo, mujer?, Aún no ha venido mi hora”?
En la actualidad, ahora sabemos que el vino no representa solamente vino sino Su Sangre que fue derramanda en la Cruz, por el perdón de todos nuestros pecados y la copa vacía era el cáliz de su pasión y muerte. Cuando María intercede fue en oración activa ante la precencia del Hijo, y la profundidad espiritual de este momento va mucho más allá de nuestro entendimiento humano.
En la Cruz, Jesús dijo
26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
Los invito a reflexionar durante el día de hoy, en una herencia maravillosa que Jesús nos regaló en la Cruz: SU MADRE.
MARÍA ERES MI MADRE POR HERENCIA, TE RECIBO EN MI CASA, MI VIDA, MI ALMA Y EN MI CORAZÓN. POR FAVOR, ORA SIEMPRE POR MI ANTE DIOS.
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Experiencias y Preguntas
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