Mi nombre es Mariana Soto, soy Terapeuta con más de 14 años de experiencia. Pertenezco a la Renovación Carismática Católica y tengo el don de la Profecía.
Aprendí; desde muy joven, varias técnicas de Sanación: reiki, imposición de manos, limpieza de aura, nivelación de los chakras, uso de cristales, simbología y geometría sagrada, cirugía en el astral, meditaciones, rezos, técnicas de PNL y más. Y he tenido experiencia de más de 14 años como Terapeuta Espiritual.
En el año 2016, una cliente muy querida me invitó a Portugal, me llevó a conocer el Santuario de Fatima. Lavamos nuestras manos, caras y pies con agua bendita y nos pusimos a rezar el rosario bajo el árbol donde se le había aparecido a los tres niños, 99 años atrás. Las campanas del Santuario sonaron con tanta fuerza que deje de rezar en voz alta y cerré los ojos para esperar, y en ese instante vi a la Santísima Virgen.
Su imagen era de energía pura, como rayos dorados se dibujaba su silueta, y en sus manos había un rosario de oro que parecía totalmente sólido.
No podía contener tanta emoción y empecé a llorar, con mi mente le decía a la madre: “tu que viste sufrir a tu hijo en la cruz, protege a tus hijos madre”
Escuche su dulce voz: “Concedido”
Una sola palabra fue suficiente, para cambiar mi vida.
Ahora rezo de modo distinto, y siempre recuerdo esa palabra mientras rezo “concedido”, teniendo ahora la certeza de que somos escuchados.
Ese año me confirme como Católica y al contarle mi experiencia al Padre Gerardo Tardif, me hizo el bautizo de la Renovación Carismática de la iglesia Católica, como profeta de la iglesia.
Desde ese día mis terapias también cambiaron, porque he canalizado las coronillas de los Arcángeles y coronillas para la Santísima Virgen, y enseño a mis pacientes a sanarse por medio de la oración continua.
Es un honor para mi ver como mis pacientes encuentran a Dios en terapias de Sanación.
He visto la Virgen un par de veces más, entre sueños y apariciones en mi altar.
Canalizo mensajes de Ángeles, siempre con la intención de ayudar y elevar los estados de consciencia en las personas.
Más que un trabajo, yo vivo una misión de vida en un camino totalmente espiritual.
Me mude de Venezuela a Miami, y guiada siempre de la mano de Dios y de mi Amadisima Virgencita.
Ahora estoy aquí en los Estados Unidos y mis terapias se hacen siempre a distancia para seguir con mi misión de ayudar a pacientes en todas partes al rededor del mundo.